jueves, 7 de junio de 2007

Soledad

"La muerte es una vida vivida. La vida es una muerte que viene."
Jorge Luis Borges










Una sombra a mi costado


Un recuerdo de pecados


Hoja de triste invierno


Y esa acuerela dibuja caras


en cada pedazo de espejo


Igual camine la calle sin detenerme


a pensar que estuve vivo


daba igual que cabalgar


en caballos de calesita esteril


Ella seguia alli sin emitir juicio


Mientras yo atravezaba charcos

sin separar los pies de las baldozas frias


Hubo recuerdos


sonrisas y final feliz


hubo una mano y un te quiero


que cortaba todo sueño prodigio


y despues silencio


y una vaga redondez de cara


dibujada en espejo roto de acuarela


y otra vez la calle, el charco y la sombra


Y la absurda verdad de saber


que no ha muerto


lo que nunca estuvo vivo

3 comentarios:

Mara dijo...

Y la absurda verdad de saber que no ha muerto lo que nunca estuvo vivo... Qué bonito :) Me gusta

Anónimo dijo...

Muy bonito y muy triste..
bessos

Pequeña dijo...

Echaba de menos tus poemas y escritos. He tardado en dar con el blog... Ahora ha sido a mi a quien le ha tocado seguirte.

Me alegro de haberte encontrado.

Un beso