Flores de otoño

En mi boca mueren
Flores del otoño rezando primaveras

Mariposas azules
Que estallan al perseguirlas

Caen a mi costado
Pétalos de ausencias

Inundan de amarillo
Desiertos de pavimento

Y vos acá
Juntando con tu sonrisa
Los restos que quedan del naufragio

Paciente
Distante
Sorpresivamente encantadora

En mi boca nacen
Nuevos minutos de aliento

Como un compás desprolijo
El tiempo nos pinta de vida
La vida nos atesora como recuerdos
Los recuerdos se imprimen en fotos
Las fotos mueren amarillas

Como las flores del otoño

lo habia publicado en mi blog anterior, queria rescatarlo porque hoy revise el arcon de recuerdos y me encotre con aquellas cosas que le dan vida a uno (aunque lo vayan matando de a poco)

Dialogo

Me hablas de tendones y metacarpos

Yo de lo bien que huele la primavera en tu piel

De las distancias entre tu menton y tu vientre

Mientras describes escalpelos y marcapasos

Hablas de humeros y huesos sacros

Y te recorro muslos a paso de besos

Caricias de amanecer en tus pechos

Entre libros de medula y tensiometros

Entonces susurras un adios y un te quiero

Mientras hablo de viajes lejanos, negocios y balances

Puedo oirte cerrar la puerta sobre mi piel enmudecida

Deletrear tus pupilas entre

los gritos de las turbinas de avion

Murio el dialogo en las agujas del reloj

pero nuca supimos hablar el mismo idioma

On Line

Tu voz allí,

Enredada con la mia

Marcando ceros, unos y nueves

Le pusiste melodía,

Sin fotos ni carteras,

Sol que siempre brilla

Acechando en el teclado

Robe tus gatos, tus sonrisas

Marcando, ceros, unos y nueves

Promesa agradable de sangrías

Con la lengua hasta la “Pera”

A la que tú llamas barbilla

Barrera de bites, tonos y pulsos

Cruzar los mares, sentir la brisa

Mientras el sol nunca se apague

Y mis lagrimas no tengan prisa