Habría que matar a los poetas de cuatro pétalos de margaritas,
Esos de pechos anchos bajo las estrellas.
Hay que matar a los crepúsculos
A las rosas y a los corazones que sangran
Un soñador es otra cosa
No regala lágrimas, ni moja mejillas rosas
Esa mentira absurda de añoranzas
Un soñador es otra cosa
No gasta lápices ni tiempo en llantos sin sentido
Ya no quedan muchos
Esta a tiempo, no evoque
Busque su molino,
Arremeta con la furia de los viejos corsarios
Un soñador no teme
Vale más un sueño que su vida
Lo sabe, por eso sueña
Por eso no deja que cuatro paredes
Se transformen en una habitación vacía
porque de eso esta hecho el mundo
siga caminando
avance en esta absurda realidad de veinticuatro horas
si asi lo cree, si realmente lo siente
entonces todo es inutil
estas lineas
este insulso escritor que gasta su tiempo
debera pararse en el paredon
a esperar su turno deshojando margaritas
pero no espere una muestra de arrepentimiento
los soñadores no se arrepienten
esas clausulas solo existen
en esta pelicula sepia
que todo el mundo llama realidad
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