viernes, 4 de enero de 2008

Canibal

Camine la mañana como otro muerto más
Solo pensaba en conseguir monedas,
El caos de viajar en colectivos
Sin monedas no llegas ni a la esquina,
Pero el sol recién asomaba
Y los negocios se niegan a cambiar billetes.
Ella estaba ahí, en el banco de la plaza
Tenía los brazos cortados y no paraba de sollozar
Que terrible es tener que llegar a tu casa
Después de un día de trabajo
Y no poder viajar por culpa de cuatro monedas
Ella no levantaba la vista, no temblaba ni gritaba
Se tocaba las heridas y lloraba
“Maldita adicta” pensé
Y seguí maldiciendo mis putas monedas
Como si no alcanzara con estar doce horas parado
Para tener que caminar veinte inmundas veredas
Por falta de cuatro míseras monedas.
Ella quedo allí, sentada en su banco
Cambie mis monedas y tome el bus
Que me depositaria en mi almohada
Pude haber hecho algo
Pude detenerme y preguntar
Pero lo pienso desde mi ventana
Mientras fumo un cigarro
Y tengo los bolsillos abarrotados de monedas
A lo mejor no somos más que victimas de este mundo caníbal

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Un relato muy duro, si te hubieras acercado quizás tampoco habría servido de nada.
Yo también vi a un chico llorando, sentado en el suelo con la cabeza entre las manos, cientos de personas alrededor y nadie preguntaba, yo si lo hice, pero con un gesto de manos me expresó que le dejara en paz.
bessos

kafrune dijo...

yo le ate los brazos y pedi una ambulancia y la policia vino de colada, pero en verdad venia furioso por las monedas y me puse a pensar cuantos habian pasado previamente, cuantos habran pensado en hacer algo y siguieron, porque sabian como yo que despues perderiamos toda la mañana haciendo declaraciones en la comisaria, pero me dio mucha pena y pense que sin llegar al corte de venas cuantas veces pude haber terminado asi yo.

Mara dijo...

buah, me has sobrecogido kafrune... la verdad es que aquí va todo el mundo a su bola, y la preguna que nos hacemos sobre si nos deberíamos haber parado o no, desaparece al cruzar la próxima calle...

Anónimo dijo...

Genial relato, geniales palabras para describirlo.

Cuantas veces no te paras aún cuando tu corazón te lo indica, solamente te das cuenta de esa indiferencia cuando lo vives en tu propia carne.

Me permito poner una letra de 'platero y tú', mi grupo favorito por excelencia.

'Ya no existe la vida
solo hay gente en la calle
que camina deprisa, ya no habla con nadie
con nadie, con nadie, con nadie¡'

Besos malditos y consoladores¡

Nicolás dijo...

es descarnado y cruel, pero tan real... a veces pienso que no merecemos nada somos lo peor de la creacion